Treinta años después de su inicio, Amazon ha alcanzado una escala impresionante difícil de comprender. Desde su almacén en Dartford, Londres, con millones de artículos en stock y cientos de miles de pedidos diarios, hasta sus 175 centros de finalización global, Amazon ha diversificado enormemente su alcance.
No solo es conocida como «La tienda de todo», sino que también lidera en streaming con Amazon Prime Video, sistemas de cámaras domésticas con Ring, parlantes inteligentes con Alexa, y dispositivos electrónicos como Kindle. Además, es un gigante en servicios en la nube con Amazon Web Services (AWS).
La empresa ha enfrentado críticas por las condiciones laborales y sus prácticas fiscales, pero ahora se pregunta qué sigue después de haberse convertido en «La compañía de todo». A pesar de sus ingresos astronómicos, Amazon enfrenta desafíos como la regulación gubernamental y la competencia de empresas emergentes, especialmente en mercados como China.
Para mantener su dominio, Amazon podría integrar sus diversos negocios y aprovechar los datos de sus usuarios para expandir sus servicios publicitarios. Sin embargo, también debe navegar por preocupaciones ambientales y regulaciones antimonopolio.
En resumen, mientras Amazon continúa su expansión, la verdadera amenaza podría ser una innovación radical que cambie las reglas del juego, algo completamente diferente a lo que Amazon ha sido hasta ahora.
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