El hotel San Antonio, ubicado en Cuenca, ha sido adquirido por la Confederación Ecuatoriana de Trabajadores de la Seguridad Social (Cetoss) por $750.000, esta inversión busca proporcionar a sus miembros un lugar cómodo para vacacionar, la transacción, sin embargo, ha generado controversias debido a posibles conflictos de interés.
Rosa Argudo, secretaria general del Sindicato y de la Cetoss, explicó que la compra del hotel San Antonio fue una inversión destinada a ofrecer vacaciones a los socios del sindicato y sus familias, el hotel decorado con elementos del siglo XIX y espacios del periodo incásico, colonial y republicano, ofrece habitaciones cómodas, gimnasio y desayuno gratuito, este inmueble de tres pisos ha estado bajo la propiedad de la Cetoss durante al menos seis años, los fondos para la compra provinieron principalmente de la Cetoss, con una menor contribución del Sindicato Único de Obreros del IESS (Sinduoiess). Argudo explicó que el objetivo era similar a una inversión previa en cabañas en Tonsupa: proporcionar beneficios vacacionales a los miembros del sindicato a precios accesibles, este beneficio incluye a los familiares de los miembros del sindicato, como padres, hijos y cónyuges.
Para financiar estas inversiones, los trabajadores del IESS aportan un 2% de su salario al sindicato, con un 1,5% destinado al sindicato y el 0,5% restante a las centrales sindicales, según Argudo en junio de 2024 había 5.353 trabajadores sindicalizados que realizan estos aportes, la transacción del hotel ha generado dudas debido a que anteriormente pertenecía a Abel Darío Terreros Ortiz, esposo de Rosa Argudo. Además, Pablo Darío Terreros Argudo, hijo de Argudo, aparece en el Servicio de Rentas Internas (SRI) como el responsable del hotel, Argudo sostiene que su hijo simplemente ayudó a obtener el RUC y los permisos necesarios para el funcionamiento del hotel.
Sebastián Cevallos, presidente de la UNE, presentó una denuncia en la Fiscalía afirmando que el hotel pertenece a Pablo Darío Terreros Argudo, sin embargo, Argudo aclara que la escritura del hotel indica que la propiedad es de la Cetoss, asegura que el Comité Ejecutivo del sindicato evaluó y seleccionó el hotel entre cinco opciones, prefiriendo el San Antonio por su estructura de ladrillo y equipamiento de primera, el valor del hotel ha aumentado considerablemente desde 1996, cuando costaba $120.000. Un avalúo del Banco Pichincha en 2015 lo valoró en $545.000, y al momento de la venta en 2018, el vendedor mostró un avalúo de $850.000, por lo tanto el precio de $750.000 fue considerado una buena oferta.
El hotel San Antonio representa una inversión significativa de la Cetoss para beneficiar a sus miembros, a pesar de las controversias y acusaciones de conflicto de interés, Rosa Argudo defiende la transparencia y legalidad de la transacción. Sostiene que los trabajadores continúan respaldándola a pesar de las calumnias, y asegura que los bienes adquiridos no se venderán, protegiendo así los intereses de la organización sindical.