La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos ha comenzado, bajo la amenaza de una lluvia intermitente. A pesar de ello, el público ocupa sus asientos en la grada, la mayoría de los asistentes portan impermeables. La inauguración será la primera en la historia que se lleva fuera del estadio, ya que será en el río Sena, en una cita para la que se ha blindado al máximo la seguridad. Los atletas viajarán en barcazas por el cauce del río a lo largo de seis kilómetros. Este viernes, el día ha quedado marcado por el “ataque masivo” sufrido esta mañana en tres de los cuatro grandes ejes de la alta velocidad ferroviaria en Francia a pocas horas de la inauguración de los Juegos, que han provocado anulaciones masivas y retrasos de trenes. La Fiscalía de París y los servicios secretos están investigando los hechos por los que la compañía gala SNCF cifra en 800.000 las personas afectadas por retrasos y cancelaciones. “Anoche, la SNCF fue víctima de varios actos de vandalismo en las líneas de alta velocidad Atlántico, Norte y Este”, señala la firma en un comunicado, en el que alude a “incendios deliberados”. Aún no se sabe quién está detrás de los ataques. El primer ministro en funciones, Gabriel Attal, ha señalado que los autores sabían “donde golpear” sin dar más datos sobre su identidad. La Fiscalía de París centralizará las investigaciones por, entre otros delitos, ataques a un sistema de tratamiento automatizado de datos en banda organizada y asociación de malhechores.
Fuente: El País