Entre enero y agosto de 2024, el Estado ecuatoriano ha visto un aumento significativo en sus ingresos fiscales, alcanzando un total de USD 11.610 millones, lo que representa un incremento del 18% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este crecimiento se atribuye principalmente al aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y a la Salida de Divisas (ISD), así como a nuevos impuestos temporales que las empresas y entidades financieras han tenido que abonar sobre sus utilidades.
Sin embargo, los ingresos provenientes del petróleo han disminuido notablemente. En este mismo periodo, el Estado solo recibió USD 1.108 millones por ventas de petróleo, lo que equivale a USD 126 millones menos que en 2023. Esta tendencia a la baja en los ingresos petroleros se ha mantenido durante los últimos dos años, lo que ha llevado a una creciente dependencia del gobierno en los impuestos recaudados de los ciudadanos y las empresas.
El exviceministro de Finanzas, Daniel Lemus, señala que las proyecciones de ingresos petroleros han ido disminuyendo drásticamente. En 2022, se esperaba recaudar USD 3.000 millones, pero esta cifra se redujo a USD 2.300 millones en 2023, y para 2024, la meta se ha fijado en solo USD 1.240 millones. Esto refleja un cambio estructural en la economía ecuatoriana, donde los impuestos están asumiendo un papel más central en el financiamiento del presupuesto estatal.
La caída en los ingresos petroleros se debe a varios factores, incluyendo una menor producción y exportación, exacerbada por fenómenos naturales que han afectado la infraestructura de transporte del petróleo. Por ejemplo, el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) tuvo que suspender operaciones para evitar daños por la erosión del río Coca, lo que obligó a la estatal Petroecuador a reducir su producción.
A medida que el gobierno de Daniel Noboa avanza en su plan de cierre de pozos en el bloque 43-ITT, se anticipa que la producción petrolera continuará disminuyendo. Este cierre, resultado de una consulta popular, podría llevar a una reducción adicional de USD 275 millones en ingresos para el presupuesto estatal entre septiembre y diciembre de 2024. Así, la dependencia de Ecuador de los ingresos fiscales se vuelve cada vez más evidente, mientras que el futuro de los ingresos petroleros se torna incierto.
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