La extorsión y la violencia criminal en General Villamil Playas han llevado al Consejo Cantonal de Seguridad Ciudadana a declarar un estado de emergencia por 60 días. Este aumento en la violencia se debe, en parte, a la disputa territorial entre bandas criminales como Los Choneros y Los Lobos, que buscan controlar las rutas del narcotráfico. Como resultado, se han incrementado delitos como el microtráfico, el secuestro y la extorsión, que son fuentes de financiación de estas organizaciones. La situación es especialmente crítica para el sector comercial y turístico de la zona, que ya sufre por la reducción del consumo y la caída del turismo. Las amenazas de violencia han aumentado la tensión en un área que lucha por sobrevivir económicamente.
El impacto en el turismo, uno de los pilares económicos de Playas, ha sido devastador. Empresarios del sector hotelero han reportado una caída dramática en la ocupación, con cifras que rondan el 20% durante los fines de semana, una disminución significativa para la época del año. Aunque no se ha registrado un impacto directo de la violencia en los turistas, la percepción de inseguridad ha alejado a muchos visitantes. Incluso algunos hoteleros han cerrado sus puertas debido a la falta de huéspedes.
Las autoridades locales y nacionales están ajustando sus estrategias para combatir la delincuencia en la zona. La Policía ha implementado cambios en sus horarios de patrullaje, y la Fuerza de Investigación del Secuestro y la Extorsión (FICE) ha llevado a cabo operaciones para desmantelar grupos criminales. Sin embargo, la colaboración de la ciudadanía es crucial, y se ha hecho un llamado para que denuncien los casos de extorsión, mientras las fuerzas de seguridad continúan trabajando para restaurar el orden en Playas.
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