En el año 2024, los bancos y cooperativas han intensificado sus esfuerzos para recuperar las deudas vencidas de sus clientes, en un contexto donde muchos ecuatorianos enfrentan dificultades económicas. Esta situación ha llevado a las instituciones financieras a realizar gestiones de cobranza más agresivas, utilizando llamadas telefónicas, mensajes de texto, correos electrónicos y visitas personales, conforme a lo que permite la legislación ecuatoriana.
La Superintendencia de Bancos reporta que, entre enero y julio de 2024, los bancos privados realizaron 92,8 millones de gestiones de cobranza, un aumento significativo en comparación con los 72,9 millones del mismo periodo en 2023. La gestión de cobranza comienza desde el primer día de retraso en el pago de una cuota. Según José Patricio Moreno, gerente general de Libera, una empresa especializada en cobranza, es crucial que los clientes comprendan que estas gestiones tienen un costo que se suma a su deuda. Este recargo se establece de acuerdo con las tarifas fijadas por la Junta de Política y Regulación Financiera, que determina cuánto pueden cobrar las entidades por las gestiones de cobranza extrajudicial.
Los recargos por deudas vencidas varían según el monto y el tiempo de atraso. Por ejemplo, si una cuota es menor a USD 100 y está vencida entre 1 y 30 días, el cliente deberá pagar un recargo de USD 6,38 más el 15% de IVA. En el caso de cuotas más altas, los recargos pueden aumentar considerablemente. Si la deuda supera los 90 días, el recargo puede llegar a ser de USD 43,99 más IVA, lo que representa una carga financiera significativa para el cliente.
Es importante destacar que las entidades están limitadas a realizar un solo tipo de gestión de cobranza por día. Esto significa que, aunque un cliente reciba múltiples intentos de contacto, solo se le cobrará una vez al mes por la gestión de cobranza, correspondiente a la cuota con el mayor número de días vencidos. Además, si un cliente paga la cuota mínima de su tarjeta de crédito, no se considera en mora, lo que evita recargos adicionales.
La situación de sobreendeudamiento en Ecuador es preocupante, y es fundamental que los clientes tomen en serio sus obligaciones financieras. La educación financiera y la búsqueda de soluciones para regularizar las deudas son pasos esenciales para evitar caer en la insolvencia. Las instituciones deben trabajar en conjunto con los clientes para encontrar mecanismos que les permitan ponerse al día y manejar sus finanzas de manera más efectiva.
Foto cortesía