Ecuador enfrenta una grave crisis energética, con un déficit de 1.080 megavatios en la generación eléctrica, lo que ha llevado al Gobierno de Daniel Noboa a implementar cortes de luz programados. La situación se agrava por el peor estiaje en más de seis décadas, lo que ha afectado la capacidad de las hidroeléctricas del país. Para abordar esta crisis, el Ministerio de Energía ha anunciado un plan de contratación que requerirá aproximadamente USD 1.327 millones, una cifra comparable al presupuesto de la Policía Nacional para 2024.
La crisis actual se debe a la falta de lluvias, que ha reducido significativamente la producción de energía hidroeléctrica. El Gobierno ha programado apagones nocturnos entre el 23 y el 26 de septiembre de 2024, en un intento por gestionar la escasez de electricidad. La demanda total de energía en Ecuador es de 4.000 megavatios, lo que hace que el déficit actual sea crítico para el funcionamiento del país.
El plan del Gobierno incluye la contratación de 1.269 megavatios en tres bloques de licitaciones. El primer bloque, que ya ha comenzado a implementarse, incluye la compra de motores eléctricos y el alquiler de una barcaza turca de Karpowership, con un costo estimado de USD 352 millones. Sin embargo, se estima que algunos de estos recursos no estarán disponibles hasta finales de 2024, lo que podría prolongar la crisis.
El costo total para cubrir el déficit eléctrico se estima en USD 1.327 millones, lo que representa casi un punto del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Este monto incluye la compra de motores y el alquiler de barcazas adicionales. El viceministro de Electricidad ha indicado que la instalación de cada megavatio costará alrededor de USD 1 millón, aunque este valor puede variar según el tipo de proyecto.
Además de las contrataciones, el Gobierno está promoviendo un plan de autogeneración para que las empresas privadas utilicen sus propias plantas y reduzcan la demanda del sistema nacional. Se espera que este plan aporte 100 megavatios adicionales al sistema. Las empresas recibirán un reembolso por los costos operativos, lo que podría ayudar a aliviar la presión sobre la red eléctrica nacional.
Esta situación crítica requiere atención inmediata y una inversión significativa para evitar que los cortes de luz se conviertan en una norma en la vida diaria de los ecuatorianos.
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