El presidente Daniel Noboa ha emitido el Decreto Ejecutivo 407, el cual establece el traslado de la sede de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) desde Cuenca a Quito. Esta decisión ha generado reacciones adversas, especialmente por parte de las autoridades de Cuenca y Azuay, quienes se han mostrado en desacuerdo. La sede de Celec había estado en Cuenca durante los últimos trece años, por disposición del expresidente Rafael Correa en 2011. Sin embargo, el decreto de Noboa ahora anula esa medida.
El cambio de sede responde a una solicitud realizada por el ministro de Energía y Minas, Antonio Goncalves, quien considera que la reubicación permitirá una mejor administración de la empresa pública, optimizará el uso de los recursos y mejorará la operatividad en la zona sur del país. Además, Goncalves sostiene que la gestión descentralizada de Celec continuará a través de sus diferentes unidades de negocio, como Celec Sur e Hidroazogues, que seguirán operando en la región.
Esta medida ha sido calificada como un error por varias autoridades locales, entre ellas el alcalde de Cuenca, Cristian Zamora, quien ha expresado su preocupación y ha solicitado que el decreto sea revertido. Zamora argumenta que la decisión de trasladar la sede atenta contra el proceso de descentralización del Estado, que ha demostrado ser eficaz. El alcalde también mencionó que Celec ha cumplido su función en Cuenca sin mayores inconvenientes, lo que hace innecesaria la medida.
Por su parte, el prefecto de Azuay, Juan Cristóbal Lloret, y la asambleísta Sofía Sánchez han manifestado su oposición al traslado, destacando la importancia de Azuay como una región clave en la producción de energía para el país. Lloret enfatizó que esta decisión fortalece el centralismo en desmedro de las provincias, mientras que Sánchez calificó el decreto como un retroceso que afectará la eficiencia y autonomía del sur del Ecuador.
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