En Ecuador, las fuerzas de seguridad han dado de baja a 90 personas sospechosas de estar vinculadas con actividades delictivas. El Ministerio de Defensa ha justificado estas acciones, destacando que han sido llevadas a cabo bajo el marco del uso legítimo de la fuerza. Esta medida busca garantizar la seguridad tanto de los ciudadanos como de los propios agentes de la ley en situaciones de riesgo.
El Ministerio ha enfatizado que las fuerzas del orden ahora están autorizadas para usar armamento letal, siempre y cuando sea necesario para proteger la vida de las personas. Esta decisión ha sido tomada en un contexto de creciente violencia, en el que la seguridad pública se ha visto amenazada por grupos de delincuencia organizada. La prioridad es asegurar la paz y estabilidad del país.
Ante las amenazas que enfrenta el Estado, las autoridades han desplegado a militares y policías en las zonas más conflictivas, especialmente en ciudades con altos índices de criminalidad. Los agentes han hecho uso de armas letales en situaciones donde los delincuentes han abierto fuego o se han negado a acatar las órdenes de las autoridades. Este tipo de respuesta ha sido clave en varios enfrentamientos recientes.
Un caso notable ocurrió en el sector de Monte Sinaí, en Guayaquil, donde miembros de las fuerzas del orden se enfrentaron a jóvenes armados tras un intento de evasión de un control policial. Estos individuos fueron identificados como parte de la banda «Los Fatales», un grupo de delincuencia organizada. Además, en los últimos días, un policía disparó contra un sospechoso durante un intento de robo en el sector de los Ceibos, en Guayaquil, resaltando la creciente tensión en la ciudad.
Foto cortesía