El gobierno de Argentina ha informado que Evo Morales, exmandatario de Bolivia, ha perdido su estatus de “refugiado político”, el cual le había sido concedido en 2019 durante la presidencia de Alberto Fernández. Esta decisión significa que su tiempo como asilado en el país ha llegado a su fin, después de haber recibido protección durante varios años.
La noticia fue comunicada por el vocero oficial, Manuel Adorni, a través de sus redes sociales, donde simplemente confirmó la revocación del estatus de refugio. Posteriormente, el Ministerio de Justicia amplió la información, señalando que Morales había hecho un uso inapropiado de la protección que se le otorgó, utilizándola como una herramienta de tipo político.
Evo Morales llegó a Argentina después de dimitir de la presidencia de Bolivia en noviembre de 2019, en un contexto de acusaciones de fraude electoral y protestas masivas. Aunque inicialmente buscó asilo en México, se trasladó a Buenos Aires, donde organizó la campaña de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), que culminó con la victoria de Luis Arce en las elecciones de 2020.
El Ministerio de Justicia argentino sostuvo que Morales ya no está expuesto a los riesgos que justificaban su asilo, resaltando que ha retomado su actividad política en Bolivia y ha viajado sin restricciones a su país. Así, se cierra un capítulo en la historia de la relación entre el exmandatario y el gobierno argentino.