A partir de diciembre, la Unión Europea prohibirá la importación de ciertos productos como soja, carne de vacuno, aceite de palma, madera, cacao, café y caucho si provienen de áreas afectadas por la deforestación o la degradación forestal. Esta medida busca mitigar el cambio climático y proteger la biodiversidad, problemas directamente relacionados con la destrucción de los bosques. Para garantizar que estos productos cumplan con los requisitos, la UE ha establecido el Reglamento Europeo sobre Productos Libres de Deforestación (EUDR).
La Comisión Europea ha propuesto extender la implementación de esta normativa por 12 meses, con el objetivo de que los países exportadores, como los de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), se adapten a las exigencias del mercado europeo. Esta prórroga es crucial, ya que entre 1990 y 2020, se perdió un área de bosques mayor que el tamaño de la UE, de la cual el 10 % está vinculado al consumo europeo. La propuesta aún debe ser aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE.
En Ecuador, se están tomando medidas para cumplir con estas nuevas exigencias. La UE organizó el foro «Diálogos sobre Cacao Sostenible» para promover prácticas agrícolas respetuosas con el medioambiente y facilitar la entrada del cacao ecuatoriano al mercado europeo. Los exportadores deben demostrar que su cacao no proviene de áreas deforestadas mediante sistemas de geolocalización, un proceso que, aunque complejo, es necesario para seguir comercializando en la UE.
A pesar de los desafíos, el sector cacaotero ecuatoriano ha experimentado un crecimiento significativo. Entre enero y agosto de este año, las exportaciones crecieron en un 351 % en divisas y un 73 % en volumen. Sin embargo, la falta de cifras oficiales sobre cuánto cacao está libre de deforestación complica el cumplimiento de las normativas. No obstante, se destaca que Ecuador tiene niveles bajos de deforestación en comparación con otros países de la región.