Este viernes 8 de noviembre, se dictó sentencia en el caso del secuestro y asesinato de Dana Ramos. El Tribunal ha condenado a su padre, su prima y al esposo de esta última a 40 años de cárcel. A demás, los condenados deberán pagar una multa equivalente a 1,500 salarios básicos unificados, así como 20,00 dólares en concepto de reparación integral a favor de la madre de la niña.
La menor de solo 8 años, desapareció el 1 de febrero de 2024, mientras se dirigía a una tienda en el barrio El Porvenir de Riobamba. Su cuerpo fue encontrado 16 días después, en el fondo de una cisterna situada en la viviendo de sus abuelos paternos. El mismo día de su desaparición, los padres de Dana recibieron varios mensajes electrónicos que exigían un rescate de 25,000 dólares para su liberación.
Las investigaciones revelaron que el secuestro fue orquestado por su propio padre, quien ejercía como policía, junto con su prima embarazada y su esposo, que era militar. La autopsia determinó que la causa de muerte de la niña fue asfixia por sofocación y obstrucción de las vías respiratorias.
A pesar del tiempo transcurrido desde la desaparición de Dana, el veredicto del Tribunal representan un paso significativo hacia la justicia para la familia y la comunidad. La condena de 40 años y las medidas de reparación establecidas no solo buscan sancionar a los responsables, sino también enviar un mensaje claro sobre la intolerancia hacia la violencia en contra de los más vulnerables. Este caso sirve como un recordatorio de la necesidad de seguir luchando por la justicia en una sociedad que aún no enfrenta desafíos en materia de seguridad y protección infantil.
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