Un juez de Garantías Penales ha sentenciado a un año de prisión a un agente policial, identificado como José C., por exigir $2.000 a cambio de gestionar el ingreso de una persona a la Escuela de Formación de Policía. El agente fue hallado culpable como autor directo del delito de concusión, que implica el abuso de su autoridad para obtener beneficios ilícitos.
La condena no solo incluye la pena privativa de libertad, sino que también establece que José C. deberá pagar una reparación integral de $1.200 a la víctima, quien denunció el abuso de poder. Este caso subraya la lucha contra la corrupción dentro de las fuerzas de seguridad.
El delito de concusión se refiere al acto de un servidor público que solicita o recibe dinero o cualquier otro beneficio indebido aprovechándose de su cargo. En este caso, el agente policial utilizó su posición para extorsionar a la persona que deseaba ingresar a la escuela de formación.
El fallo judicial refuerza el compromiso de las autoridades por erradicar la corrupción dentro de la policía y garantizar que los procesos de selección y formación se realicen de manera transparente y justa.
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