La rivalidad entre las facciones de los Tigres Fénix y Tigres Igualitos, que se alimenta por acusaciones de soplones, provocó una masacre de siete personas y un ataque armado contra policías en el norte de Guayaquil.
Al pertenecer a la misma banda, se conocen entre sí, donde viven, conocen a sus familias y el lugar donde almacenan y operan. Aumentando las sospechas de acusaciones y el impacto de las vendettas entre estas facciones de Los Tiguerones en Flor de Bastión, al norte de Guayaquil.
Durante el viernes 13 y el domingo 15 de diciembre de 2024, hubo un enfrentamiento entre las agrupaciones contrarias que causaron masacres en las que hubo 12 heridos y 16 pérdidas humanas de forma violenta, en el distrito de Nueva Prosperina. Estos enfrentamientos generaron un secuestro y asesinato de una adolescente gestante de 15 años; una emboscada a policías motorizados, atacando a una docena con fusiles, en el bloque 4 en Flor de Bastión.
Esta guerra interna a traído víctimas inocentes, entre los 22 bloques donde habitan entre 200.000 habitantes en Flor de bastión, que temen por ser heridos en el fuego cruzado causado por los tiguerones.
A mediados del año 2024 la banda criminal se fraccionó, al haber un replanteamiento en las alianzas criminales, causando que William Alcívar Bautista, con el alias ‘Negro Willy’ el líder de la banda, ordenara una limpieza. Estas represalias que han generado venganza y violencia, se dieron por el decomiso del viernes 13 de diciembre, durante el operativo «Resurgir 44», se incautaron armas de fuego y la detención de seis personas.
Alrededor de 131 televisores de pantalla plana junto a 49 parlantes de dudosa procedencia, fueron incautados en los allanamientos ejecutados por la Policía, dando pie a la cacería de los posibles soplones de sus antiguos compañeros, por parte de los Tiguerones Fénix. El coronel Herbie Guamaní, jefe policial del distrito Nueva Prosperina, explicó que esas acciones causaron las represalias entre las facciones delictivos. “El operativo dejó al descubierto información sobre casas donde almacenaban armas. Esto provocó que Tigres Fénix arremetiera contra Tigres Igualitos, acusándolos de traición”, detalló Guamán.
Al mediodía, tras culminar los allanamientos, hubo siete muertes violentas entre ambas facciones, el oficial señaló que esto dio comienzo al espiral de violencia, y para el sábado 14 de diciembre se sumaron las detenciones de cuatro sospechosos, con la misma cantidad de armas incautadas en el anterior allanamiento. En horas de la tarde la docena de policías motorizados fue emboscada, la policía contó con la asistencia de unidades tácticas, la cual se dio por represalias, según Guamaní, la emboscada no dejó heridos en las filas policiales.
Este último ataque se lo atribuyó a el líder de una de las células de Los Tiguerones Fénix, conocido como «Moto Loco». Guamaní manifestó que lo habrían detenido el 11 de noviembre con posesión de drogas, pero las medidas sustitutivas lo sacaron, y debía presentarse ante el juez los días lunes y viernes. «Él con su gente de los bloques 4 y 5 procede a atacar con fusiles a los miembros policiales. Sabemos que es él porque recuperamos su motocicleta», dijo el coronel.
«Estuvimos con las unidades tácticas y Aero Policial buscándolos, hasta las 01:00, que salimos del lugar por los apagones». Tras ataque en horas de la tarde del sábado, «Moto Loco», huyó y se ocultó en Pancho Jácome, una cooperativa de Florida, allí fue asesinado junto a dos acompañantes, por rivales, fue el parte policial. Se atribuye esta última masacre, la del domingo 15 de diciembre, fue una represalia de Los Fénix contra Los Igualitos, por ‘Moto Loco’.