El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció poner fin a las licencias de exportación de petróleo que beneficiaban a la empresa Chevron, las cuales perderán su validez a partir del 1 de marzo de 2025. Trump comunicó esta decisión a través de su cuenta en la red social Truth Social, donde también criticó al gobierno de Nicolás Maduro por no agilizar la deportación de «criminales violentos» que, según él, Caracas había enviado a Estados Unidos.
El presidente de EE. UU. explicó que su decisión de anular las licencias otorgadas por la administración Biden en noviembre de 2022 respondía al incumplimiento de las condiciones del acuerdo. Dicho acuerdo permitió a Chevron aumentar su producción y exportación de petróleo desde Venezuela, con la esperanza de conseguir garantías para las elecciones venezolanas celebradas en julio de 2024. Aunque el Consejo Nacional Electoral de Venezuela proclamó a Maduro como ganador de esos comicios, varios países, incluido Estados Unidos, consideran que el verdadero vencedor fue el opositor Edmundo González Urrutia.
Trump señaló que estaba “revirtiendo las concesiones” que Biden había otorgado a Maduro, calificando la medida como una respuesta al incumplimiento de las condiciones acordadas para mejorar la situación electoral en Venezuela. En su mensaje, Trump aseguró que el acuerdo terminaría sin posibilidad de renovación a partir del 1 de marzo de 2025. Esta decisión adelantó el fin de la licencia de Chevron, que originalmente tenía autorización para operar en Venezuela hasta finales de julio de 2025.
Venezuela reaccionó de manera contundente ante el anuncio de Trump. Delcy Rodríguez, vicepresidenta de la República y ministra de Hidrocarburos, expresó que la medida causaría daño tanto a Estados Unidos como a su población y empresas. Según Rodríguez, la decisión era “lesiva e inexplicable” y ponía en duda la seguridad jurídica de EE. UU. en términos de inversiones internacionales. Además, la funcionaria rechazó categóricamente las acciones impulsadas por la oposición venezolana, a quienes acusó de ser los responsables de haber solicitado este tipo de medidas.
La salida de Chevron de Venezuela representa un golpe a la economía del país, ya que la compañía estadounidense había desempeñado un papel importante en la reactivación de la producción petrolera venezolana. En febrero de 2025, Venezuela alcanzó por primera vez desde 2019 una producción de más de un millón de barriles por día, cifra en la que Chevron tuvo una participación significativa. Sin embargo, la petrolera había sido cautelosa con su inversión debido a la naturaleza temporal del permiso, limitándose a reparar infraestructuras en lugar de expandir su operación. La decisión de Trump de revocar la licencia afecta directamente los esfuerzos de Venezuela por recuperar su industria petrolera.