El Kremlin aseguró el 13 de marzo de 2025 que Rusia no quiere una tregua provisional, ya que eso únicamente serviría como «respiro» para el ejército ucraniano, sino un «arreglo pacífico duradero».
Una tregua «no es otra cosa que un respiro provisional para los soldados ucranianos. Nuestro objetivo es un arreglo pacífico duradero que tenga en cuenta los intereses legítimos de nuestro país», dijo Yuri Ushakov, asesor internacional del Kremlin, al canal de televisión Rossía 1.
Ushakov aseguró que así se lo manifestó el miércoles 12 de marzo por teléfono al asesor para Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mike Waltz.
De su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, expresó, con un lenguaje con referencias al fútbol americano, que «esto es lo más cerca que hemos estado de la paz en esta guerra. Estamos en la línea de las 10 yardas y el presidente Trump espera que los rusos nos ayuden a llevar a esto a la zona de anotación». También añadió que Estados Unidos insta «a los rusos a adherirse a este plan».
Hasta antes del anuncio de rechazo a la tregua temporal, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, criticó la demora en la respuesta rusa y opinó que este retraso demostraba «una vez más que Rusia busca prolongar la guerra y posponer la paz tanto como sea posible».
También añadió que Ucrania espera «que la presión de Estados Unidos sea suficiente para forzar a Rusia a terminar la guerra».