Debido a los daños en la represa Daule-Peripa, el Gobierno ecuatoriano ordenó una liberación controlada de agua que afecta a nueve cantones, incluyendo gran parte de las provincias de Guayas y Manabí. Las zonas afectadas incluyen los cantones de Pichincha, El Empalme, Balzar, Palestina, Santa Lucía, Daule, Nobol, Samborondón y Guayaquil, donde tanto las zonas urbanas como agrícolas corren un mayor riesgo de inundaciones.
Según explicó Pablo Espinosa, gerente de CELEC EP Hidronación, el 16 de abril de 2025, desde el 11 de marzo se han evacuado un total de 322 hectómetros cúbicos de agua del mayor embalse del país. Esto equivale a casi 129.000 piscinas olímpicas, una cantidad enorme que pone de manifiesto la magnitud de las medidas de seguridad. Las descargas son necesarias para mantener la represa por debajo de su nivel máximo operativo y evitar mayores riesgos estructurales.
A pesar de las medidas, el nivel actual del agua está sólo diez centímetros por debajo del límite crítico de 85 metros sobre el nivel del mar. Por lo tanto, las descargas controladas siguen siendo esenciales para garantizar la estabilidad de la represa y evitar desastres mayores.
Las autoridades trabajan en conjunto con las administraciones locales y las prefecturas de Guayas y Manabí en planes de emergencia y medidas de protección para la población. Los asentamientos de baja altitud y las zonas agrícolas corren especial riesgo, ya que las inundaciones podrían tener consecuencias económicas drásticas.
La situación sigue siendo tensa ya que es necesario seguir vigilando de cerca tanto las condiciones meteorológicas como el nivel del agua de la presa. Se llama a la población de los cantones afectados a permanecer alerta y a seguir las instrucciones de las autoridades de control de desastres.