En la mañana del viernes 25 de abril del 2025, un sismo de magnitud 6,3 sacudió la provincia de Esmeraldas, Ecuador, causando importantes daños en diversas infraestructuras y afectando a más de 500 personas. El epicentro se localizó aproximadamente a 8,4 km del cantón Esmeraldas, con una profundidad de 28 km. El Instituto Geofísico del Ecuador explicó que el sismo está relacionado con la convergencia de las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana, zona conocida por generar sismos de gran magnitud.
En respuesta inmediata, el presidente Daniel Noboa ordenó el envío de ministros a la región para coordinar acciones de emergencia, incluida la instalación de albergues y la distribución de kits de ayuda humanitaria. Además, el Comité de Operaciones de Emergencia Cantonal (COE) suspendió las actividades en la provincia para garantizar la seguridad de la población. Petroecuador también detuvo preventivamente las operaciones en la Refinería de Esmeraldas y el Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) para evaluar posibles daños.
El terremoto causó daños en al menos 135 viviendas y afectó directamente a unas 540 personas. También se registraron cortes de energía eléctrica en aproximadamente el 80% de las zonas de Esmeraldas y Atacames. Infraestructuras públicas, como el edificio del Ayuntamiento y el SIS ECU 911, sufrieron derrumbes parciales y centros de salud resultaron dañados, requiriendo la reubicación de pacientes y profesionales.
En medio de esta crítica situación, el Ministro del Interior anunció el despliegue de 50 fuerzas de paz para apoyar en las operaciones de rescate y seguridad en Esmeraldas. Estos policías se sumarán a los esfuerzos ya en marcha para garantizar el orden público y apoyar a las comunidades afectadas. La medida busca fortalecer la presencia del Estado en la región y acelerar las labores de socorro.
La población local se enfrenta a importantes desafíos: muchas familias se encuentran sin hogar y necesitan asistencia básica. Las autoridades continúan monitoreando la situación y coordinando esfuerzos para restablecer los servicios esenciales y brindar apoyo a las víctimas. Las organizaciones humanitarias también se movilizan para ofrecer apoyo a las comunidades más afectadas.
Este terremoto pone de relieve la vulnerabilidad sísmica del Ecuador, especialmente en zonas costeras como Esmeraldas. Autoridades resaltan la importancia de las medidas preventivas y de preparación ante desastres naturales, con el objetivo de minimizar los impactos de futuros eventos. La solidaridad nacional e internacional será importante para la recuperación de la región en los próximos meses.