Durante 2024, Ecuador pagó un promedio de 26,39 centavos de dólar por kilovatio hora (kWh) por la electricidad adquirida a Colombia, el costo más alto en los últimos diez años. En octubre de ese año, el precio alcanzó los 39 centavos por kWh, casi ocho veces más que en octubre de 2022, cuando el costo era de 5,64 centavos por kWh.
La crisis energética en Ecuador se originó por una sequía prolongada que redujo la capacidad de las hidroeléctricas nacionales al 30%, lo que generó un déficit de generación eléctrica de al menos 1.080 megavatios, equivalente al 21% de la demanda nacional. Ante esta situación, Ecuador recurrió a la compra de electricidad desde Colombia para mitigar los cortes de luz, lo que representó un gasto de USD 615,16 millones entre 2023 y 2024 .
A pesar de que los embalses en Colombia operan a plena capacidad, el costo de la electricidad exportada a Ecuador no ha disminuido. En marzo de 2025, los embalses colombianos estaban al 52,99% de su capacidad, lo que obligó a realizar descargas de agua para evitar desbordamientos. Sin embargo, Ecuador continúa pagando precios elevados por la energía importada .
Expertos en energía señalan que esta situación evidencia la vulnerabilidad del sistema eléctrico ecuatoriano y la necesidad urgente de inversiones en infraestructura y en la diversificación de fuentes de energía para garantizar un suministro estable y a precios competitivos. Mientras tanto, los ciudadanos enfrentan las consecuencias de los apagones prolongados, que afectan tanto a la vida cotidiana como a la economía del país.