El gobernador de Imbabura, Luis Efraín Amaguaña Muenala, renunció este lunes, tan solo cuatro días después de asumir el cargo, en medio de la escalada de protestas y enfrentamientos en la provincia durante el inicio del Paro Nacional.
Amaguaña fue nombrado por decreto presidencial el 18 de septiembre y decidió dejar el cargo tras un período marcado por bloqueos, enfrentamientos y una fuerte presencia militar y policial en las vías de acceso a Otavalo y otras zonas de Imbabura, situación que él mismo asocia con riesgos para su seguridad personal y familiar.
En un mensaje publicado en redes sociales, el ahora exgobernador afirma que prioriza la seguridad de su familia y que, dados los episodios de «vandalismo» y un contexto de alta tensión, no puede continuar en el cargo. También hace un llamado al diálogo y al sentido común entre las partes involucradas.
La renuncia se produce en un momento en que Imbabura vive uno de los momentos más álgidos del Paro Nacional convocado por la CONAIE contra la eliminación del subsidio al diésel, con informes de cortes en la vía E35, enfrentamientos en San Pablo y Otavalo, y decenas de detenidos en diversas localidades, lo que ha vuelto particularmente volátil la situación local.
Fuentes gubernamentales indican que el Poder Ejecutivo está reforzando las medidas de seguridad en la provincia y que se está trabajando para nombrar una autoridad interina que garantice la normalidad administrativa, mientras que representantes locales y líderes indígenas siguen exigiendo respuestas políticas a las demandas que motivaron el paro.
Líderes comunitarios y organizaciones sociales ven la renuncia como un indicador de la presión social y la profundidad de la crisis; a su vez, sectores políticos cercanos al Gobierno consideran la salida del gobernador una consecuencia directa de la intensidad de las protestas y advierten sobre la necesidad de restablecer los canales de diálogo para evitar una mayor escalada.
En el ámbito político nacional, la salida de Amaguaña exacerba la incertidumbre en el Poder Ejecutivo y sitúa en el centro del debate la capacidad del Gobierno para gestionar las crisis regionales en medio de la movilización nacional. En las próximas horas, se espera que el Palacio de Carondelet y la Secretaría de Estado decidan quién asumirá temporalmente la Gobernación y las medidas para intentar restablecer la calma en Imbabura.