El aeropuerto de Kabul fue escenario este jueves de una gran masacre en pleno proceso de evacuación de miles de personas que quieren huir de Afganistán tras el regreso del Talibán al poder. Un integrante del grupo terrorista estado Islámico se suicido haciéndose explotar en las afueras del aeropuerto de la capital de Afganistán acabando con la vida de por lo menos 90 personas.
Las sospechas de Estados Unidos y otras potencias aliadas de que podría registrarse un inminente «ataque terrorista» en el aeródromo se cumplieron con un doble ataque suicida con explosivos que dejó decenas de muertos. Todo esto luego de que el vocero oficial del gobierno talibán amenazara con tomar acciones si Estados Unidos y otras potencias continuaran con el trabajo de rescate.
Por otra parte el Emirato Islámico condena de forma contundente los ataques que tienen como objetivo a civiles en el aeropuerto de Kabul dijo en un tuit Zabihullah Mujahid, portavoz del Talibán que ya controla el país pero no el aeropuerto, que sigue bajo el mando de los Estados Unidos. Desligandose de los hechos ocurridos el día de ayer. Al menos 28 miembros del Talibán murieron en el ataque, según le dijo un periodista de un medio internacional. Por su parte, el Pentágono confirmó que 13 militares estadounidenses perdieron la vida.