El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) recibirá $ 1.251 millones menos en la proforma 2022 de lo que había solicitado al Ministerio de Economía y Finanzas. El presidente del IESS, Francisco Cepeda, explicó esta mañana ante la Comisión de Régimen Económico, que trata la proforma presupuestaria 2022, que el requerimiento de presupuesto para el organismo en el 2022 fue de $ 2.824 millones; sin embargo, lo asignado por el Ministerio es de $ 1.583 millones.
De lo requerido por el IESS, $ 2.199 millones corresponden a pensiones; $ 25 millones de riesgos del trabajo; además $ 135 millones para el Seguro Social Campesino (SSC) y $ 473 millones para el Seguro de salud. Sin embargo, se han asignado $ 1.436 millones para pensiones, $ 13 millones para riesgos del Trabajo, $ 134 millones para el SSC y nada para salud.
El más grave y urgente problema por resolver sería justamente el de salud. Cepeda explicó que en total la deuda de salud que se ha venido acumulando durante varios años ya llega a $ 4.397 millones. Esto debido a que el Estado no ha pagado las atenciones que por ley debe hacer el IESS a pacientes con enfermedades catastróficas y a los jubilados.
Sin embargo, aún no se ha llegado a un acuerdo de pago sobre este tema. En todo caso, advirtió que cuando no existen los dineros necesarios para cumplir sus prestaciones, el IESS desinvierte de los fondos del Biess para poder compensar ese déficit. En el caso de salud ya hay un fondo de apenas $ 79 millones, lo cual generaría problemas en este mismo 2022, pues lo que se requiere desinvertir es al menos $ 497 millones.
Entre tanto, el presidente del IESS recordó que la deuda de salud fue creciendo de manera importante en los últimos catorce años. Pero ahora, a través de mesas de trabajo se está buscando llegar a un acuerdo de pago. La idea es que el Estado pudiera pagar al menos unos $ 1.000 millones en 2022 sobre la deuda verificada. En la proforma presupuestaria se ha indicado que de alguna venta de activos se podrían designar recursos para la cancelación de la deuda con el IESS. El resto de la deuda sería cancelada, primero incorporando una metodología para realizar una auditoría ágil sobre los valores.