Suecia aseguró el miércoles a Turquía que no entregará “dinero y armas” a “grupos terroristas” en medio de las amenazas de Ankara de bloquear su acceso a la OTAN por su supuesto apoyo al grupo kurdo.
“No proporcionaremos dinero ni armas a los grupos terroristas”, dijo la primera ministra sueca, Magdalena Anderson, en una conferencia de prensa en Estocolmo, tratando de eliminar la “ambigüedad”.
Suecia y Turquía iniciaron conversaciones el miércoles para tratar de resolver una disputa que ha impedido que la OTAN inicie conversaciones de adhesión con los dos países nórdicos.
El ingreso de nuevos miembros a la alianza requiere el apoyo unánime de los 30 países miembros.
Turquía, que es miembro de la Alianza Atlántica desde 1952, publicó el lunes una lista de condiciones que permitirían el ingreso de ambos países.
Ankara reclama entre otros la extradición de personas que se encuentran en territorio sueco y que califica como “terroristas” del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y de su rama siria, YPG.
El PKK, que está catalogado como una organización terrorista por varios de los aliados de Turquía, ha librado una insurgencia de décadas contra Turquía, un conflicto que ha costado la vida de decenas de miles de personas.
El gobierno turco también acusa a Estocolmo haber entregado una ayuda de 376 millones de dólares a favor del PKK y del YPG y haberles entregado armas, “en particular armas antitanques y drones”.
“Suecia es un importante donante humanitario para la crisis de Siria a través de asignaciones globales a actores humanitarios”, dijo la ministra de Relaciones Exteriores, Ann Linde.
La semana pasada, Suecia y Finlandia presentaron su candidatura a una adhesión a la OTAN, dejando atrás décadas de no alineamiento militar, a raíz de la guerra en Ucrania.
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