Home Deportes Marcelo Torres, su reto es competir en los paralímpicos

Marcelo Torres, su reto es competir en los paralímpicos

by Kelvin Jarama

El caso de Marcelo Torres, quien con 32 años empezó una vida de atleta que espera coronar en los Juegos Paralímpicos de París 2024.

El guayaquileño, hoy de 33, tiene apenas un año de actividad y 1 mes específicamente de preparación en atletismo y ya registra 21 segundos en los 100 metros planos, de la categoría T63 que comprende a las personas con amputación de la pierna por arriba de la rodilla. Actualmente es uno de los primeros velocistas en esta rama federados por Guayas y quiere convertirse en el primer ecuatoriano en una cita máxima en su división.

Un accidente de tránsito en la vía a Jipijapa, en la provincia de Manabí, le dio un giro total a su vida. El auto que iba conduciendo se estrelló contra una plataforma que llevaba cerámicas. Él no se acuerda de nada. Pasó 2 semanas en coma, con múltiples fracturas y serias hemorragias internas que lo llevaron a estar con un 90 % de probabilidades de morir; al final le fue amputada parte de la pierna izquierda, pero la vida le tenía aún un propósito pendiente.

En 2021 el deportista adaptado empezó a hacer crossfit y al poco tiempo se interesó en una carrera atlética de 2 kilómetros y la hizo; luego quiso una de 5k, pero la prótesis que tenía no era la idónea, así que buscó una y se decepcionó enterándose de que en el país esas piezas tienen precios elevados que oscilan los 6.000 dólares. Pero no se quedó de brazos cruzados.

buscó fondos y auspicios para su cometido, incluso escribió un libro sobre su accidente al que tituló ‘Mientras dormía’ e intentó venderlo en internet. Si bien consiguió recaudar algo, no fue suficiente. A inicios de este año, justo el día de su cumpleaños # 33, a Torres lo empezó a seguir en redes sociales una empresa que fabrica piernas para correr en Dinamarca, para hacerle la oferta de una prótesis con las especificaciones técnicas de primera tecnología a un precio mucho menor.

“Pensé que se trataba de una broma o una estafa, porque me costaba $ 1.800 y podía pagarla en cómodas cuotas. Aun así, hice el primer pago y a las dos semanas ya tenía la pieza en mis manos. Yo mismo la armé. Desde ahí mis sueños crecieron exponencialmente y ya no pensé en correr los 5k, sino en prepararme para hacer un atleta paralímpico y aquí estoy”, cuenta feliz y decidido.

Foto cortesía.

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