El Gobierno escogió el camino más complicado, pero el único que le dejó la Corte Constitucional para amplificar el rol de las Fuerzas Armadas. Su principal opositor, la Asamblea Nacional, deberá tratar la reforma parcial que actualmente está en análisis en la CC.
En su tercer intento, el Gobierno solicitó a la CC que empezara el procedimiento para la reforma parcial que permitiría que las FF.AA. colaboren en la seguridad interna, en lo relacionado con el crimen organizado.
La primera vez que se pretendió usar a la Fuerzas Armadas como ayuda fue mediante la Ley de Uso Progresivo de la Fuerza, que aprobó la Asamblea. Al final, en su tratamiento, el Legislativo descartó el uso de la figura del estado de emergencia para pedir ese trabajo en conjunto entre Policía y los militares.
Tras el proceso, el Ejecutivo intentó que se aprobara mediante una enmienda a la Constitución, al incluirlo como primera pregunta de su consulta popular. La CC, en su control de vía, explicó que no era posible y que debía recurrir a la reforma parcial.
Estos antecedentes en el Parlamento son de mucha importancia. Entre las bancadas no hay un convencimiento de que, una vez que llegue la reforma parcial, se pueda resolver algo distinto a lo que ya se ha expresado.
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