El incremento de remesas enviadas a México es llamativo: representa un crecimiento porcentual del 282,98 % respecto al primer trimestre del 2022. El último reporte del Banco Central respecto a remesas (dinero que va de un país a otro) recibidas y enviadas refleja no solo la naturaleza cíclica de estas, sino también de los flujos migratorios de los ecuatorianos alrededor del mundo.
Debido a la ola migratoria de Ecuador hacia Estados Unidos deja a México como el epicentro de las llegadas de ecuatorianos que esperan en ese país el momento para cruzar la frontera hacia la potencia norteamericana. De ahí que el flujo de dinero hacía México también revela los envíos que hacen los familiares de los migrantes desde Ecuador, afirma William Murillo, director de la organización 1800-Migrante.
El número de ecuatorianos que fueron detenidos, expulsados y deportados de Estados Unidos llega a 42.449 entre enero y junio de este año, mientras que en el mismo periodo del 2022 fueron 10.527, es decir, la cantidad se cuadriplicó. El envío de dinero a México desde Ecuador es para cubrir la subsistencia de estos migrantes y pagar a los coyoteros por los viajes. Lo más preocupante, añade Murillo, es que con ello se cubre también lo que exigen los grupos criminales para liberar a los ecuatorianos secuestrados.
“Este último es un rubro carísimo, los ecuatorianos son secuestrados, cada familia debe pagar entre cinco mil, diez mil o veinte mil dólares dependiendo del grupo criminal que los secuestre”.
La Policía mexicana da cuenta de estos secuestros. En mayo pasado, por ejemplo, se dio el rescate de 113 migrantes que estaban cautivos en el estado mexicano de Sonora.
Entre las personas migrantes secuestradas había niños, mujeres y hombres de Ecuador (29), Colombia (12), Brasil (12), Perú (12), El Salvador (11), Cuba (8), Honduras (7), República Dominicana (4), Afganistán (7), India (6), Nepal (2), Bangladesh (1), además de Estados Unidos (2). En el rescate se detuvo a cinco personas acusadas de ser quienes custodiaban a los 113 migrantes rescatados. Las cifras oficiales indican que hay ecuatorianos que salen del país de forma legal y ya no retornan. A estos se suman los que dejan Ecuador para llegar de forma irregular a Estados Unidos.
Los que escogen esta última opción pagan a coyoteros por una guía o solos se abren paso por la inhóspita selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, para avanzar a través de Centroamérica hacia México, con la mirada puesta en Estados Unidos.
Foto cortesia: El universo