Que atienda el problema de inseguridad que vive el país y que genere plazas de empleo. Estas son las principales solicitudes que hace la ciudadanía al próximo presidente de la República, según un sondeo que se realizo en las calles de Guayaquil.
Pedidos que están en sintonía con lo que muestran varias encuestadoras, como Cedatos, Click Report, Clima Social y Latinobarómetro, respecto a la expectativa de los ecuatorianos que irán a las urnas nuevamente el 20 de agosto, como consecuencia de la muerte cruzada aplicada por el presidente Guillermo Lasso, con la que disolvió el Parlamento y convocó a elecciones presidenciales y legislativas anticipadas.
Este Diario entrevistó a 40 ciudadanos para conocer qué esperan del próximo presidente de la República. De estos, 21 son hombres y 19 son mujeres. Las encuestas se desarrollaron los días 29 y 31 de julio en diferentes puntos de la ciudad: la plaza Rocafuerte, la Universidad Estatal de Guayaquil, el centro comercial Policentro y el Malecón Simón Bolívar.
Veinticinco de esos ciudadanos, de un rango de edad de 21 a 72 años, esperan que el nuevo mandatario acabe con la inseguridad, la delincuencia y el crimen organizado.
Caroline Ávila, catedrática y analista política, menciona que estas opiniones coinciden con los resultados de los estudios de las encuestadoras que abarcan muestras más representativas de la población. “En la pregunta sobre cuál es el principal problema que tiene el país en este momento, primero salta la inseguridad o la violencia, que son temas que están además íntimamente relacionados con la Costa y, por supuesto, Guayaquil. Así que esperar que el nuevo presidente se haga cargo de aquel hace todo el sentido del mundo”, expresa.
Héctor Yépez, analista político y director de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), dice que la inseguridad es “siempre” la principal preocupación de las familias ecuatorianas debido a la ola de violencia que se vive. “Y más ahora cuando la tasa de muertes violentas casi se ha quintuplicado en tres años en Ecuador. Toda esta campaña electoral va a girar sobre eso y todo el próximo gobierno va a ser medido por eso”, expresa.
Los ciudadanos entrevistados que apuntaron principalmente el problema de la inseguridad comentaron que, a la par, el nuevo Gobierno debe trabajar también en mejorar la economía del país.
Otras cinco personas, de un rango de edad de entre 23 y 78 años, esperan que aumenten las fuentes de empleo y que ofrezca trabajo seguro a las personas que se encuentran en la informalidad.
“De manera adicional, como segundo tema, seguro está el tema laboral, económico o cualquier tema asociado con el empleo, porque tanto la inseguridad y la violencia como el desempleo tienen una correlación. Muchas de las veces, la inseguridad se incrementa cuando se ha aumentado el desempleo. El hecho de salir y no saber si regresas con todas tus cositas, no saber si es que regresas o no con trabajo, ese tipo de incertidumbre es generalizado en la población”, subraya Ávila.
Mientras que otras diez personas, de entre 19 y 71 años, esperan diferentes cosas. Algunas dicen que el nuevo mandatario debe cumplir sus promesas de campaña, que debe ser honesto, que se “preocupe realmente por los ciudadanos” y que venga con “soluciones efectivas” para los problemas del país.
Al respecto, Yépez comenta que muchos ecuatorianos pueden sentir que los mandatarios no han gobernado en beneficio de los ciudadanos, pues no han resuelto sus problemas y suelen actuar por intereses personales.
“También es comprensible el énfasis en que se gobierne para la gente. En Ecuador, como en casi toda América Latina, la gente siente que se gobierna para una élite, para unos pocos que mueven los hilos. Se necesitan Gobiernos que sientan de verdad los problemas del día a día de las familias, actuando para resolver esos problemas y no para privilegiar a pocos o dedicarse a peleas personales”, asevera.