Jorge Sánchez, quien vive 20 años en Tababela, cuenta como algunas flores de crisantemos de la plantación quedaron chamuscadas por el efecto del incendio forestal entre Puembo y Tababela, nororiente de Quito, que se inició la tarde noche del miércoles.
Vive a pocos metros de la quebrada de Guambi. Por los vientos la ceniza cayó en varias flores que se quemaron. El producto lo vende en el mercado nacional. Estimó sus pérdidas en unos $ 8.000 porque no podrá comercializarlas. Con voz de pesadumbre señaló que no le quedará más que volver a sembrar.
Las autoridades sospechan que los incendios pudieron haber sido provocados. Esteban Cárdenas, comandante del Cuerpo de Bomberos de Quito (CBQ), indicó que hubo incendios que se dieron entre las 19:00 y las 20:00 la noche del miércoles en El Trébol, Ushimana, Ungüi, Calacalí. Comentó que el eje de investigación de incendios colaborará con el Ministerio del Interior.
Carolina Andrade, secretaria de Seguridad del Municipio de Quito, señaló que desde el mediodía de ayer empezaron a recibir las alertas de 22 puntos en donde se generaron incendios. “Creemos que no es un tema aislado, parte de acciones coordinadas que pueden darse por diferentes actores lo que buscan es generar un impacto en la capacidad operativa de respuestas”, expresó Andrade, luego de hacer un recorrido por la zona, en referencia a que la semana pasada hubo otro incendio cercano de gran magnitud.
Agregó que se decidió que se active a través del Ministerio del Interior el eje de inteligencia e investigación de la Policía y de Fuerzas Armadas para monitorear y levantar información. La funcionaria indicó que han identificado un modus operandi muy parecido en cuanto al origen de los incendios como la del sector donde inician, pues son cercanas a vías que no son de difícil acceso. Gallegos sostuvo que hubo el reporte de una vivienda quemada que estaba abandonada y otras afectadas por el calor, así como de personas expuestas al humo y a la radiación de calor.
Cerca a la vivienda de Sánchez, Marcelo Corrales, quien se dedica a tareas agrícolas, contó que unas 100 personas ayudaron a apagar una parte del incendio con mangueras que llevaron desde un reservorio en horas de la noche. Refugiados del inclemente sol, un grupo de militares tomaba un descanso para volver al sector a fin de evitar que se reactive el incendio en medio de árboles y vegetación totalmente quemados.
Foto cortesía: Centro Digital