La reintroducción de las 12 especies endémicas en la isla Floreana del archipiélago de Galápagos se extenderá por un período de al menos siete años.
El proyecto de Restauración Ecológica en la isla Floreana del archipiélago de Galápagos comenzará el martes 3 de octubre de 2023 con la primera fase de aplicación de cebos para eliminar las especies invasoras del ecosistema de la isla. Esta acción preparará el terreno para la gradual reintroducción de 12 especies endémicas que habían desaparecido localmente. El Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica anunció esta importante iniciativa a través de un comunicado. Este proyecto, considerado el más grande en la historia del archipiélago, ha requerido más de una década de planificación operativa. La dispersión de cebos se llevará a cabo desde dos helicópteros a baja altura para una distribución precisa. La primera fase de aplicación de cebos se extenderá durante 10 días, abarcando las 17.000 hectáreas de la isla Floreana. Se han programado tres aplicaciones en total para asegurar la efectividad del proceso.
La aplicación del producto de control está prevista hasta mediados de diciembre de 2023, por lo que para enero de 2024, se planifica la reintroducción de la primera especie localmente extinta: la tortuga gigante.
El proceso tomará al menos siete años, según el director del Parque Nacional Galápagos, Danny Rueda. «El proyecto de restauración ecológica de Floreana representa el desafío más importante en la historia del Parque Nacional Galápagos. Su éxito simboliza un hito de conservación a nivel mundial», dijo José Antonio Dávalos, ministro de Ambiente.
«El proyecto de restauración ecológica de Floreana representa el desafío más importante en la historia del Parque Nacional Galápagos. Su éxito simboliza un hito de conservación a nivel mundial», dijo José Antonio Dávalos, ministro de Ambiente.
Floreana fue una de las primeras islas del archipiélago en ser habitada por colonos, y los registros más antiguos de asentamientos humanos en la isla se remontan a 1832. La llegada de los colonizadores trajo consigo la introducción de especies invasoras, lo que a lo largo de los últimos dos siglos ha resultado en la disminución drástica de las poblaciones de especies endémicas, algunas de las cuales se consideran actualmente extintas a nivel local. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la isla Floreana presenta el más alto nivel de concentración de especies amenazadas en el archipiélago, alcanzando un 55%.