La moción de censura y destitución obtuvo el respaldo de 102 asambleístas, provocando celebraciones entre los correístas y los representantes del Partido Social Cristiano (PSC). Durante la sesión de la Asamblea Nacional, donde se está llevando a cabo el juicio político al vocal del Consejo de la Judicatura, Fausto Murillo, y al exvocal Juan José Morillo, la presidenta (e), Viviana Veloz, de la Revolución Ciudadana, presentó el oficio de renuncia irrevocable de la vocal suplente de Murillo, Elsy Celi. En la carta, Celi desmiente cualquier afinidad con el Partido Social Cristiano (PSC), refutando un argumento utilizado por algunos asambleístas en contra de la censura y destitución de Murillo.
La renuncia de Celi y la posible destitución de Fausto Murillo, ambos parte de la terna enviada por la Asamblea para la Judicatura, podrían implicar la necesidad de una nueva terna legislativa para su reemplazo. Aunque hasta el 28 de febrero no se contaban con los 92 votos necesarios para la censura de Morillo y la destitución de Murillo, la renuncia de Celi cambió el panorama y abrió la posibilidad de una nueva terna con nombres alineados a las mayorías legislativas.
Vicente Taiano, del Partido Social Cristiano, ve esta situación como una oportunidad para proponer una terna “del más alto nivel”, sin vínculos partidistas. Finalmente, la estrategia tuvo éxito, obteniendo 102 votos a favor de la moción de censura para Morillo y la censura y destitución de Fausto Murillo. La bancada correísta y socialcristiana recibió el respaldo de Acción Democrática Nacional (ADN) y algunos independientes, generando alegría y celebración entre los asambleístas del PSC y el correísmo. En contraste, la bancada de Construye, que se abstuvo, mostró desazón y momentos de tensión entre sus miembros.