“Mi hermano muere por una hemorragia interna, por un objeto cortopunzante que penetró el tórax. Para hacerle menos técnico, a mi hermano lo apuñalaron. Fue víctima de uno de estos tipos porque solo recibió una puñalada”, dijo Gabriela Mendoza, la hermana del joven que fue encontrado sin vida en el rio de Guayllabamba. En inicio se presumía que Mendoza pudo fallecer por sobredosis de la escopolamina que le dieron para robarle. También se creyó que pudo haber caído o haber muerto por hipotermia como ha pasado en otros casos.
Franklin Geovanny Á. Q., el taxista que transportó a la víctima esa noche, ha sido procesado, junto con Félix Ronaldo F. S. y Stalin René A. C., quienes fueron vinculados recientemente al caso durante la instrucción fiscal iniciada el 10 de febrero de 2024.A pedido de Fiscalía, la juzgadora pidió que se oficie al Ministerio del Interior para que se los incluya en el programa de los más buscados a los implicados en este crimen;también solicitó a la Interpol a que se emita una alerta de difusión roja para su localización y captura.
“A mi hermano lo mataron y luego lo arrojaron al río”. La autopsia también determinó que la víctima “tenía fracturas producto del arrastre del río. Tuvo lesiones en el cráneo y cuerpo”, indico la hermana de la victima.
Este 15 de marzo de 2024, en la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, se tratará la apelación a la prisión preventiva del taxista que es uno de los tres vinculados en el caso (los otros dos están prófugos). A Franklin Geovanny Á. Q. –taxista que trasladó a la víctima esa noche–, aceptó que le pagaban 50 dólares por trasladar a jóvenes escopolaminados a la salida de bares, al norte de Quito.