Ecuador ha decidido invertir en la construcción de una megacárcel en Santa Elena, inspirada en el modelo implementado por Nayib Bukele en El Salvador. Esta inversión de USD 52 millones marca el inicio de un ambicioso proyecto de seguridad penitenciaria en el país. El gobierno ecuatoriano, liderado por el presidente Daniel Noboa, ha anunciado la construcción de una megacárcel en Santa Elena, con una inversión de USD 52 millones, esta será la primera de dos cárceles de máxima seguridad prometidas por Noboa, diseñadas siguiendo el modelo del presidente salvadoreño Nayib Bukele.
La construcción de esta megacárcel comenzará en junio de 2024 y tomará alrededor de 300 días, con una inauguración prevista para 2025, según Luis Zaldumbide, director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI). Originalmente, se había planeado una segunda cárcel en la provincia amazónica de Pastaza, pero este proyecto está actualmente suspendido, aunque los fondos ya han sido asignados al SNAI. Rolando Ramos, gobernador de Pastaza, explicó que el costo de la cárcel en su provincia estaría entre USD 60 y 70 millones y aseguró que, aunque la construcción no tiene fecha definida, el proyecto es una certeza, este anuncio se produce en un contexto de reformas económicas significativas, incluyendo la eliminación de subsidios a las gasolinas extra y ecopaís, y un reciente aumento del IVA del 12% al 15%. Además, Ecuador ha concretado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un préstamo de USD 4.000 millones.
La nueva cárcel en Santa Elena tendrá capacidad para 736 presos, significativamente menor que los 40.000 reclusos que puede albergar la prisión estrella de Bukele, el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador, que costó USD 70 millones. Las instalaciones ecuatorianas contarán con tecnología avanzada, incluyendo inhibición de señales celulares y satelitales, sistemas de seguridad electrónicos, control de acceso digital y análogo, triple seguridad perimetral y autogeneración eléctrica.
El objetivo de Noboa es recluir en estas cárceles a los líderes de bandas criminales para recuperar el control de las demás prisiones del país, actualmente dominadas por estos grupos. Entre 2021 y 2023, más de 500 presos fueron asesinados en una serie de masacres carcelarias debido a disputas entre bandas rivales.
En respuesta a la violencia creciente y el dominio de bandas criminales dentro de las cárceles, el gobierno ecuatoriano ha tomado medidas drásticas, como el estado de excepción y el control de las prisiones por parte de las Fuerzas Armadas. La construcción de la megacárcel en Santa Elena es parte de esta estrategia para mejorar la seguridad y reducir la violencia en el sistema penitenciario ecuatoriano, que ha contribuido a que Ecuador figure entre los países más violentos de Latinoamérica