Laurent Vinatier, perteneciente al personal de la organización suiza Centro para el Diálogo Humanitario, se encuentra bajo arresto desde el 7 de junio, acusado por las autoridades rusas de no registrarse como «agente extranjero». Además, enfrenta acusaciones de recopilar información militar durante sus visitas a Moscú, donde estableció contactos con diversos expertos y funcionarios. Según el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), Vinatier admitió haber recogido información militar y técnico-militar que podría poner en riesgo la seguridad nacional rusa.
Actualmente, su detención preventiva está pendiente de revisión judicial, programada antes del 5 de agosto, fecha en la cual se determinará si se extiende y bajo qué condiciones. El único cargo formal en su contra hasta ahora es el de no haberse registrado como agente extranjero, delito que puede resultar en hasta cinco años de prisión. Existe la posibilidad de que los cargos se agraven a espionaje, lo que conllevaría penas más severas de hasta 20 años de cárcel. Este caso se presenta en un contexto de tensiones entre Rusia y Francia, con acusaciones mutuas de desestabilización y apoyo a terceros países como Ucrania por parte de ambos gobiernos.
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