La insulina es una hormona crucial para regular los niveles de azúcar en la sangre, sin embargo, su producción descontrolada puede tener consecuencias graves, como el desarrollo de diabetes y el aumento de la presión arterial, en este texto, se explora por qué es perjudicial producir insulina en exceso y cómo afecta al cuerpo, según explica el Dr. Rodrigo Arteaga.
La insulina juega un papel esencial al reducir los niveles de glucosa en la sangre, facilitando su absorción por las células, no obstante, cuando se produce en exceso, esta hormona también estimula la aldosterona, otra hormona que regula el balance de sal y agua en el cuerpo. El Dr. Arteaga menciona que la aldosterona, en condiciones normales, ayuda a los riñones a excretar el exceso de sal a través de la orina, sin embargo, un exceso de insulina provoca que la aldosterona indique a los riñones retener la sal, lo que a su vez causa retención de agua y aumento del volumen sanguíneo, elevando la presión arterial.
El consumo excesivo de azúcares refinados, presentes en alimentos como panes, pastas, refrescos, jugos, pasteles, dulces y galletas, es la principal causa de estos picos de insulina. El Dr. Arteaga destaca que estos alimentos, debido a su rápida absorción, generan picos de azúcar en la sangre, lo que estimula significativamente la producción de insulina, la presión arterial alta, resultado de esta retención de sal y agua, predispone a diversas enfermedades, especialmente cardiovasculares, a largo plazo, en casos de resistencia a la insulina o diabetes tipo 2, esta situación es frecuente, ya que el organismo no responde adecuadamente a la insulina, y el páncreas no puede producir suficiente cantidad de esta hormona para mantener niveles saludables de glucosa en la sangre.
El exceso de insulina en el cuerpo, estimulado por el consumo de azúcares añadidos, puede llevar a graves problemas de salud, como la hipertensión y la diabetes tipo 2, no obstante, esto no significa que se deba eliminar completamente estos azúcares de la dieta, pero es crucial moderar su consumo para evitar estos efectos adversos. El Dr. Arteaga insiste en que estos alimentos no deben constituir una gran parte de la dieta diaria.