El sector productor de banano está preocupado por el avance de la enfermedad del moko, también conocida como Ralstonia solanacearum raza 2, que podría agravarse con las lluvias. Aunque la plaga ya se había detectado en varias provincias de Ecuador, se ha visto un aumento en las zonas afectadas, especialmente en Los Ríos.
La enfermedad, que afecta al banano y otras musáceas, causa marchitamiento y muerte de las plantas. Agrocalidad reporta 2.491 hectáreas afectadas al 25 de julio, pero los productores creen que la cifra real es mayor y temen que las lluvias extiendan la plaga.
Franklin Torres, presidente de Fenabe, sostiene que Agrocalidad subestima el problema, mencionando que las asociaciones provinciales calculan 20.000 hectáreas de banano perdidas y 40.000 afectadas. Torres atribuye esta discrepancia a la falta de transparencia y predice que la cifra aumentará con las lluvias.
Según el Inamhi, la temporada lluviosa comenzará en octubre para la Sierra, en diciembre para la Costa, y la Amazonía recibe lluvias todo el año. Torres explica que la enfermedad se transmite por tierra y agua, y que solo el 11% de los productores cumple con las normas de bioseguridad, lo que aumenta el riesgo de propagación.
Las estimaciones de daño también varían: mientras el MAG reporta una pérdida de $700.000 semanales, Torres afirma que son alrededor de $1,4 millones. Segundo Solano de Fenabe estima 7.000 hectáreas perdidas y 30.000 afectadas, pidiendo al MAG que declare emergencia y asigne recursos.
En contraste, el sector exportador rechaza las cifras de los productores, indicando que la afectación es de aproximadamente 3.500 hectáreas y que la caída en las exportaciones es solo del 2%. Richard Salazar de Acorbanec asegura que la plaga no ha afectado significativamente los volúmenes de producción, y que la menor producción se debe a factores climáticos. En el primer semestre de 2024, Ecuador exportó 188,17 millones de cajas de banano, un 0,99% menos que en el mismo periodo del año anterior.