Río de Janeiro ha sido militarizada en vista de la próxima Cumbre del G20, que se celebrará en los próximos días. La medida fue tomada después de un atentado suicida ocurrido en Brasilia, lo que elevó la preocupación por la seguridad. Un despliegue masivo de fuerzas de seguridad, con cerca de 9.000 militares y 12.000 agentes policiales, se encuentra activo en la ciudad.
Las autoridades han subrayado que, aunque no hay amenazas específicas para Río de Janeiro, el operativo busca prevenir cualquier incidente. El refuerzo de seguridad refleja la importancia del evento internacional, que reunirá a varios líderes mundiales.
A pesar de la presencia militar, la ciudad continúa con su actividad diaria, aunque bajo un estricto control. Los operativos incluyen revisiones y vigilancia continua en áreas clave de la ciudad.
El atentado en Brasilia, ocurrido recientemente, ha generado una sensación de vulnerabilidad en el país, lo que ha llevado a las autoridades a intensificar la seguridad en Río de Janeiro y otras ciudades.
La Cumbre del G20, que atraerá a representantes internacionales de alto nivel, será un desafío para la seguridad del país. Las autoridades continúan trabajando para garantizar que el evento transcurra sin incidentes.
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