Los efectos de la crisis energética han tenido un grave impacto negativo en el sistema económico del país. A raíz de esta situación, los más afectados son los pequeños negocios y el sector industrial, que día a día dependen en su mayoría del suministro eléctrico para llevar a cabo sus actividades. Ecuador está próximo a cumplir ya un año con los cortes de luz anunciados y aun así la situación no termina por acostumbrar a los vendedores que anhelan por lo menos, volver a producir con regularidad.
«La economía cerraría con un resultado negativo de 0,7% y 1% en 2024», señaló el exministro de Finanzas, Fausto Ortiz. Las horas de luz se han vuelto un tiempo valioso que, las empresas y negocios no pueden darse el lujo de desperdiciar, ya que eso se traduce simplemente a pérdidas irrecuperables y que, en el peor de los casos, también implicaría dejar a muchas personas sin un trabajo.
Por otro lado, la caída de las ventas a nivel local también se ha dado principalmente por la evidente falta de poder adquisitivo, es decir, que el bolsillo de los ecuatorianos ya no posee la misma solvencia económica solía tener antes de la crisis eléctrica. Fausto Ortiz, también recalcó que, «Lo que necesita la economía son políticas que impulsen el gasto y consumo de los hogares o, al menos, que lo mantengan, pero hasta ahora no se ve este tipo de medidas de parte del Gobierno de Daniel Noboa».