El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ofreció un balance sobre los avances de las fuerzas rusas en Ucrania durante un «año crucial» del conflicto, destacando el progreso territorial alcanzado desde el inicio de la invasión. En un discurso pronunciado ante los altos mandos del Ministerio de Defensa ruso, Putin subrayó que las tropas rusas han logrado avances significativos en el terreno, señalando la toma de 189 localidades ucranianas durante el año 2024. Este logro, según el presidente ruso, es una demostración exitosa de la “operación militar especial” que Moscú sigue implementando en Ucrania.
Putin destacó que las fuerzas rusas mantienen la iniciativa estratégica a lo largo de la línea de contacto, lo que les ha permitido avanzar 4.500 kilómetros cuadrados de territorio ucraniano durante el último año. Según el mandatario, el ejército ruso ha logrado una media de 30 kilómetros cuadrados conquistados cada día, una cifra que, en su opinión, demuestra la efectividad de sus operaciones. El ministro de Defensa, Andréi Beloúsov, respaldó las declaraciones de Putin, indicando que la ocupación de estos territorios es esencial para los objetivos de la ofensiva rusa en Ucrania.
Entre los avances más significativos mencionados por Putin, se encuentra la ocupación de más de 725 kilómetros cuadrados de territorio en noviembre, la mayor ganancia mensual desde el inicio de la invasión en marzo de 2022. Sin embargo, a pesar de estos avances, los territorios conquistados por Rusia representan solo alrededor del 20% de Ucrania, un país que cuenta con más de 600,000 kilómetros cuadrados de superficie. También se destacó la toma de la localidad de Yelyzavtivka, en el este de Ucrania, un avance clave en la ofensiva rusa en esa región.
El gobierno ucraniano sigue resistiendo la invasión rusa, pero se enfrenta a crecientes desafíos, entre ellos, la sostenibilidad de la ayuda internacional, especialmente ante la posibilidad de que Donald Trump vuelva a la presidencia de Estados Unidos en 2025. Trump ha expresado su apoyo a un «alto el fuego inmediato» y a la apertura de negociaciones, lo que genera preocupación en Ucrania y Europa, que temen que tales acuerdos favorezcan a Rusia y proporcionen una victoria geopolítica al Kremlin.
En su discurso, Putin también aprovechó para acusar a la OTAN de representar una amenaza creciente para Rusia. El presidente ruso señaló que los países miembros de la alianza están aumentando significativamente sus presupuestos militares y desarrollando grupos de intervención en las cercanías de las fronteras rusas, lo que, según él, está exacerbando las tensiones en la región. Putin reiteró que Rusia no tiene intención de ceder ante estas presiones externas, subrayando que el país continuará con sus operaciones en Ucrania.
Finalmente, el ministro de Defensa ruso advirtió que las fuerzas armadas rusas deben estar preparadas para enfrentar cualquier eventualidad, incluyendo la posibilidad de un conflicto armado directo con la OTAN en los próximos años. A medida que las tensiones entre Rusia y Occidente aumentan, el gobierno ruso refuerza su postura defensiva y asegura que continuará protegiendo sus intereses estratégicos, incluso si esto implica una mayor escalada del conflicto.
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