En marzo de 2025, el Gobierno de Bolivia presentará productos derivados de la hoja de coca en el 68° periodo de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de la ONU en Viena. La iniciativa tiene como objetivo eliminar el estigma que rodea a la planta, que ha sido utilizada de manera tradicional en el país. El secretario general de la Vicepresidencia boliviana, Juan Carlos Alurralde, anunció que por primera vez se llevará a cabo un “show room” en el evento, donde se exhibirán estos productos legales derivados de la coca. “Será una semana completa de exhibición en el epicentro de este debate clave”, afirmó Alurralde.
En este marco, el Gobierno boliviano presentará el “Catálogo de Productos Derivados de la Hoja de Coca y su Aplicación en la Medicina Tradicional”. La presentación contará con la participación del vicepresidente David Choquehuanca, la canciller Celinda Sosa y el viceministro de Políticas de Industrialización, Luis Siles. El documento resalta cinco aspectos clave sobre los usos legales de la hoja de coca: su potencial como producto exportable, su aplicación en la medicina tradicional, su valor nutricional, la posible creación de una denominación de origen, y un directorio de empresas que utilizan la planta en su producción.
El catálogo incluye a pequeñas y medianas empresas que elaboran diversos productos como bebidas energéticas, refrescos, harinas, mates, infusiones y cosméticos. Alurralde destacó las propiedades medicinales de la hoja de coca, señalando que es un “desinflamante poderoso, analgésico relevante y antioxidante”. Además, la planta tiene una amplia variedad de usos gastronómicos, lo que resalta su versatilidad en diferentes sectores productivos.
Desde la promulgación de la Constitución de Bolivia en 2009, se reconoce el uso tradicional, medicinal y cultural de la hoja de coca. Sin embargo, una parte de su producción se desvía hacia el narcotráfico para la fabricación de cocaína. En 2017, bajo el gobierno de Evo Morales, la superficie legal destinada al cultivo de coca aumentó de 12,000 a 22,000 hectáreas. Según datos de la ONU, en 2022, los cultivos disminuyeron en un 2%, pasando de 30,500 hectáreas en 2021 a 29,900 hectáreas, aunque aún no se han publicado cifras actualizadas de 2023.
Cada 11 de enero, Bolivia celebra el Día Nacional del Acullico, en conmemoración de su readhesión a la Convención Única de la ONU sobre Estupefacientes en 2013. Este día destaca el derecho de los bolivianos a masticar la hoja de coca en su territorio. El actual Gobierno de Luis Arce busca que la planta sea retirada de la lista de estupefacientes, y ha solicitado a la OMS una “revisión crítica” sobre sus propiedades medicinales. Los resultados de esta revisión se esperan para octubre, lo que podría abrir la puerta a la aceptación de los derivados lícitos de la hoja de coca en el ámbito internacional.