Las comunidades indígenas han habilitado un corredor humanitario en la zona para permitir el tránsito peatonal, aunque el paso vehicular continúa restringido.
Desde el miércoles 26 de febrero de 2025, cientos de indígenas provenientes de comunidades de Colombia y Ecuador se tomaron el puente internacional de Rumichaca, impidiendo la circulación de vehículos como medida de protesta.
Protesta indígena ante la destrucción de puentes
El bloqueo en el puente internacional de Rumichaca persiste por segundo día consecutivo debido a la inconformidad de las comunidades indígenas frente a la destrucción de varios puentes en la zona.
Estas estructuras permitían la conexión entre Cumbal y Ricaurte con Ecuador, y su desaparición ha dejado incomunicadas a numerosas comunidades.
Desde Colombia, las autoridades sostienen que no existía un acuerdo formal sobre estos puentes y que su demolición se realizó sin consulta previa.
Ante esta situación, los pueblos indígenas ya habían advertido que tomarían acciones para expresar su rechazo, destacando que más de 5 000 personas dependían de estas infraestructuras para su movilidad diaria.
Pueblos indígenas exigen diálogo y soluciones
En el puente de Rumichaca, se han congregado miembros de diversas comunidades indígenas, incluyendo los Pastos y Quillasingas de Colombia, así como comuneros Awá, quienes han decidido sumarse a la protesta.
Los manifestantes exigen que los gobiernos de Ecuador y Colombia establezcan canales de diálogo que permitan coordinar esfuerzos para la reconstrucción de los puentes afectados.
Tránsito vehicular sigue bloqueado
Si bien los indígenas han permitido el paso de peatones a través de un corredor humanitario, la circulación de cualquier tipo de vehículo sigue completamente restringida.
Los líderes indígenas expresaron que comprenden las molestias generadas por la medida, pero recalcaron que estos puentes son esenciales para la conectividad y el desarrollo de ambas naciones.
La protesta continuará hasta lograr compromisos firmes
Las comunidades han manifestado que no levantarán la protesta hasta que los gobiernos de Colombia y Ecuador se comprometan a reconstruir las estructuras destruidas.
Esperan que las Cancillerías de ambos países establezcan un mecanismo de diálogo que brinde soluciones concretas y asegure el financiamiento necesario para la restauración de los puentes.
Por su parte, las fuerzas de seguridad han acudido al sitio para garantizar el orden y la seguridad de los manifestantes.