En un importante acontecimiento político previo a las elecciones, varios expresidentes y figuras destacadas del Partido Socialista Ecuatoriano anunciaron públicamente su apoyo a Luisa González, candidata presidencial del movimiento Revolución Ciudadana. Esta declaración se realizó mediante una serie de cartas públicas que reafirmaron su alineamiento político y expresaron su confianza en el liderazgo y la visión de país de González.
Silvia Salgado Andrade, Rafael Quintero López, Ronald Verdesoto Gaibor, Fausto Dután Herráez y Fabián Solano Moreno se encuentran entre las figuras históricas que dieron a conocer su apoyo. Su alineación pública envía un claro mensaje de unidad dentro de las fuerzas políticas de izquierda en Ecuador y destaca su compromiso ideológico compartido con la justicia social, la equidad y la soberanía nacional. Estos apoyos se están difundiendo ampliamente en redes sociales y en la prensa nacional.
Los exlíderes enfatizan en sus declaraciones que Luisa González representa la continuidad de políticas progresistas que han priorizado la educación, la salud y los derechos de las poblaciones vulnerables. Destacan su experiencia y coherencia con los principios socialistas, subrayando que su candidatura ofrece una alternativa real al discurso neoliberal y centrado en la seguridad que domina el panorama político. Su apoyo también refleja la creciente insatisfacción con el gobierno actual.
Los observadores interpretan esta decisión como un impulso estratégico para la campaña de Luisa González, reforzando su posición como una contendiente legítima y experimentada, con un amplio respaldo más allá de su base partidaria. La alineación de exlíderes del Partido Socialista con su plataforma podría atraer a votantes indecisos y desilusionados con la actual fragmentación política. También señala la posibilidad de formar una coalición más amplia en torno a objetivos ideológicos compartidos ante la creciente inestabilidad.
A medida que se acerca la fecha del balotaje, este respaldo impulsa la campaña de González y aumenta la presión sobre otros candidatos de la primera vuelta para consolidar sus propias alianzas políticas. Con el cambio de opinión pública y el respaldo de voces prominentes a su candidatura, Luisa González emerge como una figura central en el cambiante escenario electoral ecuatoriano, llevando no solo la bandera de la Revolución Ciudadana, sino también el apoyo de influyentes legados de la izquierda, e incluso de centro, y de derecha.