Un terremoto de magnitud 6,2 provocó pánico este miércoles en la ciudad turca de Estambul, obligando a miles de residentes a evacuar sus edificios y salir a las calles. Los temblores duraron unos 10 segundos y fueron seguidos de réplicas mayores a magnitud 4, sembrando el miedo en una metrópoli que vive bajo alerta constante ante un posible “Gran Terremoto”.
Aunque los primeros informes no indican víctimas mortales ni derrumbes estructurales graves, el terremoto causó grandes trastornos a la población. El movimiento repentino de los edificios hizo que muchos teman por sus vidas, especialmente en una región marcada por una fuerte actividad sísmica y recuerdos de terremotos destructivos en el pasado.
La Delegación del Gobierno informó que al menos 151 personas resultaron heridas cuando intentaban desesperadamente escapar de los edificios, muchos de ellos saltando desde ventanas o balcones. Las víctimas fueron trasladadas a diferentes hospitales de la ciudad y, según los médicos, no corren riesgo de muerte, pero están recibiendo tratamiento por fracturas y otras lesiones provocadas por las caídas.
Las autoridades locales inician inspecciones técnicas para evaluar los posibles daños a la infraestructura urbana, mientras expertos refuerzan la importancia de mantener la calma ante los temblores y seguir los protocolos de seguridad, evitando acciones apresuradas que puedan poner en peligro vidas.
La situación vuelve a llamar la atención sobre la vulnerabilidad sísmica de Estambul, una de las ciudades más pobladas de Europa, donde la expectativa de un gran terremoto sigue presente en la conciencia colectiva. La población permanece vigilante, a la espera de nuevos anuncios oficiales e instrucciones sobre cómo proceder en las próximas horas.