La implacable erosión del río Coca avanza peligrosamente hacia la cuenca hidroeléctrica de la central Coca Codo Sinclair, con tan solo 4,7 kilómetros restantes. En lo que va de mes, la erosión ha avanzado 1.400 metros, reactivada por las fuertes lluvias de principios de abril que elevaron el caudal del río a 1.440 metros cúbicos por segundo. A lo largo del lecho del río, el sonido del agua arrastrando piedras y escombros indica la formación de nuevos socavones que profundizan el cauce del río.
El frágil sedimento, visible a simple vista, se desmorona constantemente, y se abren socavones de hasta tres metros de profundidad en la margen derecha, mientras que depresiones de dos metros amenazan infraestructuras importantes en la margen izquierda, incluyendo importantes oleoductos y carreteras. La situación es crítica, ya que la composición del suelo de la zona es particularmente vulnerable a la erosión.
Desde 2020, el fenómeno ha consumido más de 15 kilómetros de cauce fluvial, pero los científicos advierten que la erosión podría acelerarse aún más. Carolina Bernal, profesora de la Universidad Politécnica Nacional, explica que la roca en la zona de erosión actual es mucho más blanda que antes, lo que facilita el avance del río incluso con crecidas menores. Señala que las lluvias estacionales previstas para junio y julio podrían agravar drásticamente el problema.
A pesar de los esfuerzos para mitigar el riesgo, los expertos critican a la Corporación Eléctrica Ecuatoriana por no implementar a tiempo medidas de protección efectivas. Bernal señala que las medidas adoptadas hasta el momento han sido insuficientes y que el rápido ritmo de la erosión deja poco margen para salvaguardar la central hidroeléctrica, una fuente determinante de energía para Ecuador.
El país enfrenta ahora un urgente desafío ambiental y energético, ya que el futuro de la central Coca Codo Sinclair pende de un hilo. Con la llegada de la temporada de lluvias y la intensificación de la agresividad del río, las autoridades deben actuar con rapidez para reforzar las medidas de protección y prevenir un desastre que podría tener consecuencias a nivel nacional.
