El BCE y el FMI proyectan que la economía de Ecuador crecerá más de 3 % en 2025. Sin embargo, para 2026, ambos organismos prevén un crecimiento menor a 2 %, reflejando un escenario menos optimista para el país.
Las expectativas para 2025 son más alentadoras frente a lo estimado a inicios de año, impulsadas por la recuperación tras la recesión de 2024, el aumento de remesas, el buen desempeño de las exportaciones no petroleras y la firma de acuerdos comerciales con China y Corea.
No obstante, la incertidumbre persiste debido al paro convocado por la Conaie, la Consulta Popular, la posible Asamblea Constituyente y riesgos como la violencia, inseguridad y fluctuaciones del precio del petróleo.
Para 2026, se anticipa un escenario más débil, con casi estancamiento del PIB, debido a la ausencia de políticas claras para fomentar inversión privada y pública, generar empleo adecuado y mantener el dinamismo económico.
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