La madrugada de este sábado se tornó violenta en Santo Domingo de los Tsáchilas, puesto a que cinco personas perdieron la vida y al menos una resultó herida cuando un grupo armado irrumpió en una sala de billar y abrió fuego contra quienes se encontraban en su interior. Tres sicarios bajaron de una camioneta blanca sin placas y con fusiles largas entraron al negocio en cuestión de segundos y huyeron antes de la llegada policial.
El ataque ocurrió pasadas las 23H50 del viernes, en el billar ubicado en la avenida Abraham Calazacón, cerca del terminal terrestre de Santo Domingo, transformando el local en una escena de caos con cuerpos tendidos, llamadas desesperadas al 911 y fuerte despliegue de agentes del Policía Nacional del Ecuador. Según fuentes oficiales, tres de los fallecidos tienen entre 19 y 33 años y cuentan con antecedentes penales. Otros dos aún no han sido identificados.
La hipótesis preliminar apunta a una disputa territorial entre bandas del crimen organizado, por el control del corredor de tránsito de drogas y armas. Investigadores balísticos hallaron casquillos de fusil al interior del local y una cámara de videovigilancia en las cercanías será revisada como parte de la evidencia para reconstruir los hechos.
Decenas de usuarios en redes sociales compartieron imágenes del interior del billar aún acordonado, testimonios de testigos que huyeron despavoridos y mensajes de alarma de dirigentes vecinales. Un tuit viral de la asambleísta Viviana Veloz enfatizaba lo siguiente:
Autoridades provinciales anunciaron un refuerzo inmediato de unidades policiales en puntos críticos del cantón, así como la activación del protocolo de “zona de alto riesgo” ante la persistencia de matanzas en locales de entretenimiento. Los habitantes del sector manifestaron consternación y exigieron “justicia rápida” y mayor seguridad.
Este suceso se registra en un momento de incremento alarmante de la violencia en Ecuador, en donde solo en los últimos meses se han reportado otras masacres en salas de billar de la provincia, lo que evidencia un patrón cada vez más recurrente de ataques armados en lugares de ocio. Las cifras oficiales muestran un aumento de homicidios dolosos en 2025 respecto al año anterior.
