El presidente Daniel Noboa, ha propuesto la instalación de bases militares extranjeras en el país como parte de una estrategia para fortalecer la lucha contra el narcotráfico y la minería ilegal. En una entrevista con CNN, Noboa mencionó que las posibles ubicaciones incluyen la isla Baltra en Galápagos, la provincia de Santa Elena y la ciudad de Manta en Manabí. Destacó que Baltra, en particular, fue utilizada como base militar estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial y considera que su ubicación estratégica podría ser beneficiosa para el control marítimo y la seguridad en la región.
Esta propuesta ha generado un debate en el país, ya que la Constitución ecuatoriana prohíbe la instalación de bases militares extranjeras en su territorio. Noboa ha indicado que, si la ciudadanía aprueba esta medida en el referéndum previsto para el 16 de noviembre, se podría proceder con la instalación de estas bases. Sin embargo, la propuesta ha sido recibida con críticas por parte de diversos sectores, incluyendo organizaciones de derechos humanos y partidos políticos de oposición, quienes argumentan que esta medida podría comprometer la soberanía nacional.
El presidente ha defendido su propuesta argumentando que la cooperación internacional es esencial para enfrentar los desafíos de seguridad que enfrenta Ecuador. Señaló que la presencia de bases militares extranjeras podría mejorar la capacidad del país para combatir el crimen organizado y proteger sus recursos naturales. Además, Noboa mencionó que su Gobierno ha mantenido conversaciones con países europeos sobre la posibilidad de establecer una base militar conjunta en Ecuador.
Por otro lado, la propuesta ha sido rechazada por sectores que consideran que la instalación de bases extranjeras podría generar tensiones con países vecinos y afectar las relaciones diplomáticas de Ecuador. Además, se ha señalado que la presencia de fuerzas extranjeras podría tener implicaciones negativas en la percepción de la soberanía nacional y la autonomía del país en la toma de decisiones.
En el ámbito político, varios partidos de oposición han expresado su desacuerdo con la propuesta, argumentando que la instalación de bases extranjeras no es una solución adecuada para los problemas de seguridad que enfrenta Ecuador. Han instado al Gobierno a fortalecer las instituciones nacionales y a mejorar la capacitación y equipamiento de las fuerzas de seguridad locales en lugar de depender de la presencia militar extranjera.
En las redes sociales, la propuesta ha generado una amplia discusión entre los ciudadanos. Algunos usuarios expresan su apoyo a la medida, argumentando que la cooperación internacional es necesaria para enfrentar el crimen organizado, mientras que otros manifiestan su preocupación por la pérdida de soberanía y la influencia extranjera en los asuntos internos del país.