Siempre que el 31 de octubre llega al país, se conmemora con orgullo el Día del Escudo Nacional, símbolo que representa la historia, soberanía y unidad del país. En su diseño, Guayaquil tiene un papel destacado como emblema del progreso, el trabajo y la libertad que han impulsado el desarrollo nacional.
Con el pasar del tiempo, el Escudo ha conservado elementos que reflejan la importancia histórica de la ciudad en la formación del Ecuador. Entre ellos sobresale el río Guayas (antiguamente conocido como río de Guayaquil), fuente de vida y eje del comercio del país.
También resalta el vapor Guayas, barco construido en los astilleros guayaquileños en 1841 y considerado el primero de su tipo en Latinoamérica. En su mástil se encuentra un caduceo, símbolo de la navegación y el intercambio comercial, que representa la vocación portuaria y emprendedora de la ciudad, reconocida como la principal puerta del país hacia el mundo.
El Escudo incluye además los signos del zodiaco, ubicados a los lados del sol, que evocan los meses de la Revolución Marcista, iniciada el 6 de marzo y finalizada el 24 de junio de 1845, cuando el primer presidente de la República, Juan José Flores, partió del país desde el puerto de Guayaquil.
Finalmente, siempre se debe tener en cuenta que más que un símbolo patrio, el Escudo Nacional es testimonio del espíritu que ha dado forma a Ecuador. En él se unen historia y emblemas que rinden tributo a Guayaquil, cuna de grandes transformaciones y símbolo permanente de identidad, libertad y trabajo para toda la nación.
