Ecuador se encontrará en el centro de un intenso debate político, luego de que el presidente Daniel Noboa anunciara oficialmente su intención de solicitar una licencia temporal, para participar en la campaña del plebiscito y referéndum del 16 de noviembre. La decisión se ajusta a las directrices del Consejo Nacional Electoral (CNE), que estipula que los funcionarios en ejercicio deben renunciar temporalmente a sus funciones para realizar campañas políticas, con el fin de mantener la neutralidad institucional.
La medida de Noboa marca el inicio del período previo a la votación, que decidirá cuestiones relativas a la estructura gubernamental, la seguridad y las reformas económicas. Este 31 de octubre, Ecuador se centra en los preparativos para el plebiscito y referéndum programados para el 16 de noviembre. Mientras el Consejo Nacional Electoral (CNE) ultima los detalles organizativos, la atención pública se centra en las normas que regirán a todos los actores políticos durante la campaña.
Según el CNE, los funcionarios públicos que deseen participar activamente en la campaña electoral deberán obtener una licencia oficial para garantizar la neutralidad política de las instituciones. Esta medida busca asegurar que los recursos del Estado no se utilicen para la propaganda electoral y que todas las campañas se desarrollen en igualdad de condiciones.
El plebiscito abarcará diversos temas, entre ellos, cuestiones relativas a la reforma de las estructuras estatales, la política de seguridad y la capacidad económica del Gobierno. Los politólogos destacan que la votación podría tener repercusiones tanto políticas como institucionales, ya que afecta directamente al equilibrio de poder entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
En varias ciudades, como Quito, Guayaquil y Cuenca, se están llevando a cabo foros ciudadanos, debates académicos y jornadas informativas, donde expertos explican la importancia de cada pregunta. Los medios de comunicación y las organizaciones de la sociedad civil, instan a la ciudadanía a informarse a fondo sobre el contenido de la votación antes de emitir su voto.
Los partidos y movimientos que se posicionan a favor o en contra de temas específicos lanzarán sus campañas bajo la supervisión de la Comisión Nacional Electoral (CNE), que garantiza el cumplimiento de las normas de transparencia e igualdad de trato. Asimismo, la comisión electoral hace un llamado a un discurso respetuoso y basado en hechos.
Diversas organizaciones de la sociedad civil destacan que este referéndum ofrece una oportunidad para fortalecer la participación democrática y asegurar que la voz de la ciudadanía se escuche en las decisiones nacionales. Instituciones educativas y universidades participan con campañas informativas, especialmente dirigidas al electorado joven.
Con la proximidad de las elecciones, Ecuador entra en una fase determinante de su agenda política. Las próximas semanas mostrarán si el país puede mantener el equilibrio entre la competencia política, la responsabilidad institucional y la participación ciudadana: una prueba de fuego para la madurez de su democracia y la confianza en las instituciones estatales.
