El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó el operativo policial realizado en Río de Janeiro, que dejó más de 130 muertos, al calificarlo como una “matanza” y considerar “desastrosa” la actuación de las fuerzas del orden.
Durante una rueda de prensa con corresponsales extranjeros el 4 de noviembre, Lula afirmó que “no había una orden de matanza y hubo matanza”, en referencia a la intervención policial en dos favelas controladas por el Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas del país.
El mandatario explicó que la operación respondía a órdenes judiciales que exigían la captura de integrantes de esa banda, pero no su ejecución. También lamentó que muchas de las víctimas fueran enterradas sin peritajes, e informó que organismos federales investigan los hechos, pese a que la acción fue ejecutada por el gobierno regional de Río de Janeiro.
Lula reiteró su compromiso con el fortalecimiento de las políticas de seguridad y combate al crimen organizado a nivel nacional y regional.
El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, defendió el operativo ante la Corte Suprema de Brasil, argumentando que los agentes usaron una fuerza proporcional frente a la resistencia del Comando Vermelho y que el procedimiento se realizó para cumplir 51 órdenes de prisión.
Foto cortesía.
