El orden público se enciende en varias poblaciones fronterizas colombianas que limitan con Carchi y Esmeraldas, donde milicianos que utilizan la fachada del Ejército de Liberación Nacional (ELN), advirtieron con una suerte de limpieza social en el vecino país de Colombia.
Desde hace dos semanas en las poblaciones fronterizas de Maldonado y Chical, en el noroccidente carchense, hay recelo, debido a que las fuerzas al margen de la ley han advertido castigar a quienes infrinjan la ley en el vecino territorio.
Varios ciudadanos ecuatorianos por nexos familiares, negocios y actividades agrícolas frecuentan dichas poblaciones diariamente, razón por la que muestran su preocupación, ya que desde hace meses atrás venían respirando un ambiente de tranquilidad.
Según trascendió, unidades militares colombianas que realizaban patrullajes móviles en las poblaciones fronterizas de Tallambí, Nulpe, San Juan, entre otras, en el lado colombiano, ya no están en la zona.
Esta situación habría sido aprovechada por los grupos violentos que buscan asumir el control de este sector fronterizo, utilizado para actividades de minería ilegal, tráfico de drogas, medicinas y pertrechos militares que ingresan irregularmente hacia Ecuador.
Un comunicado que circula en las redes sociales en las últimas horas señala: “Como Ejército de Liberación Nacional, ELN, debido a la pandemia del COVID-19, muchos la están tomando como un juego, por tal razón se están tomando medidas con nuestras propias leyes”. El documento también indica que consumidores de licor, drogas, fiestas clandestinas y toda reunión que se realice en zonas urbanas y rurales “serán destruidas”.